miércoles, 9 de abril de 2014

Costumbrismos

Ayer "rotulismos" y hoy "costumbrismos"...

Si no me levanto me remuerde el estómago, el malestar o la conciencia- llamémoslo a gusto de cada quién- No hay manera,  si veo a alguien con cabeza cana, arrugas y si le calculo algo que supera setenta, el resorte se dispara y tengo que ceder el asiento del autobús; y digo tengo que ceder. porque objetivamente  el estado de mi rodilla no debe diferir mucho al del anciano/a de turno. A veces me invade el optimismo y pienso que cuando yo tenga esa edad habrá algún culo-conciencia inquieta que me ceda el descanso a mí.  Esta tarde no ha hecho falta porque la viejilla se ha sentado tan ricamente a mi lado en un asiento libre, para sí ha soltado una letanía/ suspiro según doblaba el espinazo de alivio. Yo, que iba enfrascada en mi libro de cuentos no la he mirado pero he sonreído ante sus suspiros de gusto. La mujer se aburría y miraba inquieta a todos lados, a la calle , a mi libro, a la gente...se rebullía hasta encontrar acomodo. Acabado el cuento y según levantaba la mirada saboreando las palabras y la historia aún en la cabeza, miré a nada en concreto por la ventana. La mujer siguió mi mirada. Tras distraerme nuevamente saqué del bolso el móvil, guardé el libro y me puse a mirar una hoja en la que está mi cuadrante de trabajo. La anciana casi se volvió de lado mirando la hojilla directamente. 
Entonces vi sus manos que estaban sobre la falda beige, manos de cuidar, de lavar, de hacer croquetas de esas de morirte , manos que saben quitar manchas de manteles blancos. Una de esas manos se posó en mi pierna y la anciana me habló, con lo que tuve que levantar la cabeza y quitarme los auriculares, uno de los auriculares, el más próximo a su lado.

-"Oiga, que eso es igual que la hoja del cura, de las misas, ¿es la hoja de misas?como es igual igual, parece enteramente... pues me he dicho será lo de las horas de los pueblos estos..."
-No, es mi cuadrante de trabajo, lo siento.
-Ah,(...) pues nada entonces.
Y se ha callado de golpe, como si me hubiera molestado su pregunta, con pudor de pillada en falta, con vergüenza de quien osa hablar. He pensado en qué pueblos debía referirse en su mente pues el autobús circulaba por el centro de la ciudad. Aunque me he quitado los auriculares no ha vuelto a hablar y ha bajado la mirada.
Al levantarme , la anciana se ha soliviantado y agitada ha hecho hueco para dejarme salir, la he sonreído y he buscado su mirada desde la calle con otra sonrisa y un gesto de la mano. Ella ha bajado la cabeza asintiendo medio sumisa medio sonrisa.
Seguro que en el pueblo tiene un gato, si no ,me gustaría regalarle uno ;  le llamaría Excel...


No es ella , pero se le da un aire...

lunes, 7 de abril de 2014

Rotulismos

Hace mucho que no tengo pulsión de escribir;  ideas y temas tengo, muchas y muchos, a veces desde la ira, el enfado, la alegría, la ternura... siempre desde las emociones. Hoy en el autobús de vuelta a casa ( que es como mi diván de catarsis )iba dejando bullir ideas, sentimientos y formas de expresarlos a su antojo, medio adormilada- que es como yo escribo luego en este blog, la verdad, del tirón y en tromba.- ¡¡ Cuando he visto aparcado en la calle esto!!
Se me ha cortado el flujo.
A ver si me comprendéis...


Familia numerosa y orgullo parental como para meterse en cuestiones de género oiga...